domingo, diciembre 09, 2007

Hombre- mar y Mujer en el mar


Mazunte, Oaxaca, México
5 de diciembre de 2007
Hombre-mar
Había una vez un hombre que llegó al mar a pedir perdón
"perdóname", dijo, y cayó verticalmente sobre un pez
agitó alas de pelícano, mugió y luego se rascó las pulgas
porque era un perro al que algunas veces la gente le daba de comer espinas de pescado que le hacían daño
daño
"perdóname" por ser este atardecer de piedras dormidas como focas, de pies que sumidos en la arena casi se tropiezan
"perdón", repitió, por contar sin planetarios tus estrellas, por reírme de las extrañas formas de la osa menor y juntar piedras que parecen todas iguales
"perdóname", río, por dormir demasiado, pensar en ti sin admitirlo, inventar días dislocados donde ellas me miran la-entre-pierna
para luego lograr todo lo contrario:
que tú creas que no pienso en tí
caminó
miró cómo recogían los huevos de tortuga y cómo los enormes reptiles acorazados lloraban al parir
"perdóname", concluyó, te extrañé sin darme cuenta, me confundí:
eras tú la que miraba el mar
y caías verticalmente sobre un pez



Puerto Arista, Chiapas, México

7 de diciembre de 2007

Mujer en el mar

Yo era un nudo de aprehensiones

una duda explosiva de malas miradas

callaba más de lo debido

envejecía

me dio insomnio

me busqué la vida entre el ruido de la gente que no conocí

había un pueblo desierto

unas hamacas

lanchas dormidas

historias de ahogos

un faro de cemento gris

los perros ladraban, agresivos

untados de arena y con frío

a veces sufro la imposibilidad de mí misma

mi enconchada fragilidad

te miré, de lejos

creí que era yo la montaña hermética dormida al atardecer

me confundí

(varias veces)

pero eras vos el que estaba en mis ojos

el que dormía poco

el que sudaba

el que miró las estrellas en abundancia

el que no localizó la luna

aburrido,

te tomaste una cerveza cerca de boca del cielo

4 comentarios:

nicolececilia dijo...

lauri, cada día me gusta más y más lo que escribes. feliz navidad niñaloquita, te quiero mucho mucho mucho.

el árbol rojo dijo...

guay güey!!!!

Ophir Alviárez dijo...

Dos voces y un mismo sentimiento que acelera, así como cuando las miradas se cruzan y del otro lado de la puerta del aeropuerto está él.

Ejemplo pueril, pero sensación exultante.

Me gustan, sí.

OA

Emiliano Álvarez dijo...

Me encantó, Lauri, me encantó.