lunes, mayo 12, 2008

reflexión cronometrada-mea culpa de un después

10.05.08. 11.40 p.m.

tengo delante de mí una hoja en blanco de orillas crueles

un abismo de innovación sardónica totalmente vacío

de repente empiezo a entender la sinrazón de tu partida

recurro a tus viejas letras que no leí cuando era necesario

cuando estábamos a tiempo y el mar era un recuerdo desigual que nos unía

dijiste: cada encuentro es una despedida

y tenías razón

vaya si la tenías

fallé

no supe descifrar la angustia de tu tiempo que pasa por tu cuerpo como ácido cáustico ascórbico

ni la tortura ancestral que te recoge vencido cada día a la puerta del trabajo

no pude entender la metafísica de tu goce

de tu frenético decir:

este instante nada más, vayamos por partes

ilusa

aceleré el ruido de los peces y los insomnios

enloquecida por los cactus

trataba de arrancarte promesas

no

no puedo obligarte a que te detengas en la orilla a conseguir una existencia más plana que la estrictamente necesaria

no puedo obligarte a escoger una vida

si no quieres

yo tampoco tengo nada material

solo postales libros, recuerdos y aceras

cúmulos absurdos de momentos que se fueron

no, no puedo

convertirme en la pesadilla de la que huyes y huirás para siempre desde tu edípico rincón

no escribo mejor que vos ni nadie

de tan absurda

de tanta falta de arquetipos

me convertí en el vientre fatuo de la ballena que se tragó a Jonás

fui un petulante ovillo

la historia del paralelo que no encuentra una salida

la mujer oscurecida que no tiene agua

solo preguntas

y otra más y otra y otra

si a otra mujer le corresponde ponerle cadenas a tu vida

si aquél es el nombre de los cerrojos

entonces decido renunciar

solicito que se me permita amarte desde este tiempo limitado e informe

desde esta dicha que ya se nos fue de las manos

de los cauces

y las calles tomadas

si a mi me toca irme

me voy

para seguir siendo la ninfa vegetal que se quita la ropa en una tarde de lluvia donde nadie quedó vivo

tal vez solo soy una cursilería

nada trascendental ni metafórico

una anécdota inútil

una mujer demasiado nerviosa

y aunque intente ponerme sublime

soy vana

demasiado común para mis aspiraciones púrpuras y psicotrópicas

sin compasión

quería implantarte mi cepillo de dientes

pagar una renta juntos

firmar el contrato

hacernos heridas constantes hasta que no nos quedara salida

distraída

no entendí la mecánica conceptual de tu tiempo que siempre huye

perdóname

si a otra le quedan en las manos las cadenas de tu vida

si aquél es el nombre de los cerrojos

entonces decido amarte desde este tiempo limitado e informe

si a mi me toca irme

me voy

para seguir siendo la ninfa vegetal que se pone nerviosa cuando se quita la ropa una tarde de lluvia cuando todos estábamos muertos

prefiero ser el hubiera que no existe

los ejes indómitos de dos almas que no regresan o regresarán hasta que hayamos aprendido algo

el paradigma de todos tus sueños sudorosos

la mano que le falta a la noche de tus besos

el agua y la neblina

la sonrisa del olvido que nunca llega

prefiero ser la ninfa vegetal que se pone nerviosa cuando se quita la ropa por primera vez en una tarde de lluvia cuando todos se habían ido y solo quedaban las cáscaras

el síndrome de abstinencia que nos recuerda quienes somos cuando ya nos hemos perdido y todo es inútil

óyeme bien, destino infame que nos hiciste masa en el alfeizar de una puerta amarilla del Viaducto

frágil escorbuto genocida: ¡la edad a mi también me atormenta!

soy el caracol azul de tu respiro

tengo furia desde hace siglos y no comprendo tu andar maquinante

tu crueldad adquirida con la sangre de tus víctimas

te ordeno:

réstale la angustia que carga el hombre sobre sus muslos

mundos inquietantes muletas mulas

devuélvele el timón de una vida que le pesa como nos pesan a todos

todos los días

días infames informes inútiles

te pido:

ayúdalo a encontrar la voz que le dicta y que no seas tú el mago cruel el asqueroso el roedor asesino el que dibuje sus líneas

sálvalo de sí mismo

y a mí si se puede de todas las tardes de todos los domingos de todas las vidas que me restan

no lo dejes actuar sin su motor inmóvil

recuérdale su estadio inmortal

su nombre propio

sálvalo de la ruina

y de su tiempo.

2 comentarios:

safrika señorita dijo...

Me gusta mucho lo que haces, enhorabuena. Te he conocido a través de letrasescondidas, si no recuerdo mal. Tu poema de nuevas y sucias palabras de amor me ha encantado. Qué bien, qué raro es encontrar cosas de verdad.

Lorena Illoldi dijo...

Ay.
Lloro.

sálvalo de sí mismo...

ok