miércoles, septiembre 17, 2008

claustrofobia número dos



según la caja de fósforos yo pude ser una aviadora como Saint-Exupéry

pero no lo soy

soy una poeta que intenta evitar todas las trampas de su propio lenguaje

.

tomo cerveza

en una casa cuyas paredes te oscurecen

hablo a solas porque la ciudad me enseñó que en medio del barullo no hay nadie quien te escuche

.

camino las calles mojadas del dolor

de hombres que agitan un palo en los huesos de su miseria

me vuelvo la muchacha con mapas en el rostro que hace silencio y pequeños papeles para aderezar un futuro que no conoce

.

no lloro, estás lejos

tan lejos estás que te sobrevivo, amor infame de juventud

página roja deshecha de pétalos

.

aprendí a cuidar pequeñas cactáceas y pequeños adminículos de amor

pero tengo vértigo de la soledad que me persigue guardada en estos muros

.

hoy empieza el domingo aquel que me radiografía las pestañas y enmudece cualquier ímpetu de superación

.

no quiero depender de tus manos

ni de la delgada línea que nos separa

.

soy Romeo en la ventana

pero vos no agitás el pañuelo en el balcón

.

no quiero ser pop

.

quiero decirle al foraminífero foráneo que no me suelte de sus microscópicos tentáculos

que me de más café

pero me hace daño

.

mi cama espera, revuelta como mis ojos

anclada y oscura como la parte derecha de mi abdomen

.

no sé qué pasa en mi interior

me convulsiono

.

todos hablarán de la esquina rota del llanto

cuando huir se vuelva necesario

.

yo no salgo, me gusta estar aquí

tejer las ruedas de mi carromato mágico

ser Alicia que come mermelada cuando cae por un túnel

escuchar mi voz mortífera de insomnios

.

porque solo aquí yo puedo ser

.

algo más fuerte de lo que crees que existe

en la calle cuba número doce

.

no siempre estaré a la espera de tu imagen volteando la esquina

tengo ganas de irme

a la arena azul del desenfado

a la perversa lejanía del olvido

.

estos huesos encerrados son lo que soy

no voy a intentar escapar

otra vez de mí.
.

*Foto: Charleen Arian por LGD.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No por casualidades de la vida llego hasta aquí. Me he encontrado con nun bello espacio, sin duda. Este poema. He estado leyendo primero uno donde la madre, el papá, la mamá, sobresalían como espadas. Este me resulta más notable. No soy crítico. Solo un lector que también escribe y ha dejado todo por la poesía, incluso la trayectoria profesional de donde venía. Me une la sana admiración a quienes como vos, practican y viven lo que escriben, guardando una íntima relación. También vi la imagen de la presentación de tu libro -atrevida y directa, así como artística-.
Amo el perfil de personas, de mujer, que como en éste caso, os acusáis de una sensibilidad tan bella y caos interior tan motivador. Pizarnik, Gioconda Belli, Oliver Labra, Bergasi, o sin ir más lejor, Roque Dalton, son unos cuantos referentes que pasean por mi cabeza, todos los días.

Felicidades.

Voy a dejar este comentario tanto en la entrada del poema "claustrofobia número dos" como en la entrada mas reciente que tienes

Atte.

Aitor