martes, agosto 11, 2009

consternación íntima

quizás sí
todo terminó así
y el cinismo se convirtió en parte del rictus común de mi expresión
y existirá algo de hostilidad velada en mí

no escucho las voces que me incitan a creer en un camino diferente que conjugue
la pizca exacta de lujuria
y aquel concepto disfrazado de virtud que no me atrevo a repetir
presa de una enorme consternación
íntima e
incómoda

al nacer no poseíamos esta serie de conceptos
y al crecer nos enseñaron ciertas líneas de lo que más tarde llamaríamos amor
o vejamen
piezas de un atardecer de partes fantásticas
¡inolvidables!

afuera
habita la lluvia con su vestido de enjambres y grillos
gotas coaguladas
un terremoto voraz disimulado en temblores
un calor que serpentea en marasmos
huesos de un corazón disecado
dormido en el codicioso rumor de mis entrañas
chorreando aserrín como un lagarto
olvidado en la librera junto al polvo

son así:viejas, las pérdidas
tensos, los cables de este cuerpo
confuso, todo

quizás tengás razón y no tengo suficiente luz para alumbrar tu vida y las telarañas silentes que oscurecen tu casa
o tal vez sí

he aprendido mucho de la crueldad viendo a las personas descargando sus látigos sobre los demás
utilizando la mentira para disimular su vacío cargado de rocas
y quizás sí
el cinismo hizo mella en mí
pero quiero recoger mis pies
mis gritos acallados de angustia
encontrar de nuevo mi propio camino
hablar de océanos y animales extraños
reír de mi burla a todo
de mi capacidad de desmembrar los símbolos sobre la mesa de un restaurante de comida rápida
y abrazar mi argucia de desentrañar la política en pequeños gestos

la humildad no me alcanza

mírame, escúchame, háblame, adúlame de vez en cuando, acaricia mi pelo, acuérdate de algo que nos pasó un domingo, de cómo bailamos paso doble o del color de la carne cuando la parte un cuchillo, algo así

en el fondo
sabes que todas mis palabras son para ti
mírame antes de que me vaya

mírame
no dejes que persista el verbo partir

acá hace calor y zumban los insectos a las frutas
aúllan los perros de tanta luna llena que insiste en acuartelarse en nubes que transcurren en tropel

mírame

mi espíritu también se desmorona
si no se afinca en el optimismo de la humanidad.

No hay comentarios: